Ayer comentaba con mi terapeuta-media naranja-etc-etc que de una u otra manera había llegado a la exótica conclusión de que le temo a la felicidad... Es una conclusión paradójica ¿o no?... . De pequeño he observado que los niños siempre que están felices les pasa algo y terminan llorando... Por ejemplo pensemos en un niño, juega, ríe, canta, salta de un sillón al otro, se cae, termina llorando, con dolor, y mas encima lo retan por el error... Claro, es una observación poco felíz, pero reiterativa en el tiempo ¿o no?, todos los niños terminan llorando tras jornadas alegres... Recuerdo una vez, habré tenido ¿11 años?, talvez menos. Siempre me ha gustado andar en bicicleta, y esa vez se me pasó la hora, eran algo así como las 23:00 y al otro día tenía clases, pero no me quería entrar, andaba happy!, pero mi mamá y mi abuelita me agarraron al pasar y me caí... terminé llorando... Para reutilizar la expresión "paradoja", paradójicamente, en las relaciones de pareja es parecid
Desmenuzando el mundo real desde la tribuna virtual